Anuncio sobre los últimos días II

Cuando el Señor Jesús efectúo la pesca milagrosa, no obstante que los hombres delante de los que realizó el milagro eran seguidores de Dios, confiaban en sus propias fuerzas, en su sabiduría, habilidad y estrategia, pero no confiaban en Jesús. Hoy ante la crisis espiritual y moral que vive el mundo entero, hemos dejado al que nos habla con autoridad y poder- Echen para adentro y vuelvan a arrojar la red- Simón en medio de su crisis reacciona –Señor toda la noche hemos trabajado, mas nada hemos hallado, más en tu Nombre echaré la red.
Los hombre de estos tiempos son avaros, desobedientes detractores, desleales, egoístas, amantes del dinero. Para encontrar a estos hombres solo basta, recorrer las empresas, las industrias, las escuelas, y las religiones, ya están aquí hombres sin afectos, desleales, calumniadores, crueles, enemigos de todo lo bueno, no necesitamos esperar a que vengan ya están aquí. Van a las iglesias y cambian los corazones de los creyentes, cambian las enseñanzas, son crueles y enemigos de todo lo bueno, en vez de buscar a Dios.
Estos días y tiempos difíciles son tiempos peligrosos, por lo tanto nos invitan a buscar a Dios, a velar y a no dormir, Satanás está contento con las Iglesias apáticas, con aquellos que no se reúnen para orar, alabar a Dios y que no se involucran con el trabajo de la obra del Señor.
Satanás está ganando almas para su reino, pues él tiene un reino de tinieblas y un reino de maldad. Nosotros tenemos que buscar la verdadera palabra de verdad, tenemos un espíritu de discernimiento y podemos darnos cuenta de las doctrinas heréticas. En la Biblia el Reino de Dios es un Reino para grupos minoritarios, los verdaderos Hijos de Dios somos pocos, por ejemplo, Noé creyó en las promesas de Dios, y así como él, es necesario que nosotros creamos, cumplamos y nos esforcemos y no pongamos pretexto.
Los hombres de ahora aparentan ser muy religiosos, teniendo apariencia de piedad. San Pablo claramente nos indica, a estos evita. No nos alejemos de Dios, es importante orar y defender nuestra fe.
¿Qué vamos a hacer? Los que quieran vivir piamente, padecerán persecución… Tú has comprendido bien mi doctrina… y de todas me ha librado el Señor. Dios no nos va a abandonar, Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Más tú persiste en lo que has aprendido, porque desde la niñez has sabido las sagradas escrituras, Solamente en los brazos benditos de nuestro Salvador, en la doctrina sana, y en una Iglesia que guarde su palabra, debemos y podemos confiar. Para que cuando el Señor venga, nos encuentre fieles a Él y trabajando.