Hay dos cosas en este libro la verdad del profeta de Jonás y el contenido de la profecía, dos obras muy importantes para la edificación y crecimiento del pueblo de Dios.
Dios nuestro Padre tiene un mensaje que darnos a través de esta historia, si nosotros preguntamos si la congregación conoce a Jonás, seguramente los niños serían los primeros en decir que si, y al preguntar algo sobresaliente del profeta Jonás, dirán que se lo trago una ballena, aunque la biblia no especifica el tipo de animal que tragó a Jonás, pues solo indica que Dios preparó un gran pez.
Jonás conocía la misericordia de Dios y que Nínive, una ciudad tan grande que había hecho tanta maldad se iba a arrepentir y Dios la perdonaría.
Jonás es un prototipo de Mesías, incluso el mismo Jesús habló de la señal de Jonás, tres días y dos noches estuvo Jonás en el vientre del pez, así el hijo del hombre estaría 3 días dentro de la tierra.
Entre los años 900 al 607 A. C. , Nínive habría sido una potencia mundial, lo cual nos puede decir un poco sobre su orgullo.
El nombre del profeta Jonás significa paloma, el de su padre el cual era Merari, significa verdadero.
Jonás era un gran predicador, y además y además era celoso y un gran creyente; sin embargo, cayó en el error de desobedecer a Dios.
Jonás pensó que no convenía predicar en Nínive, ya que si predicaba, Nínive se arrepentiría, esto nos habla sobre la potencia de la predicación de Jonás, el era un verdadero profeta (no como los que se autonombran profetas hoy en día) y no quiso ir a predicar.
Jonás recibe la instrucción de Jehová, y si misión es advertirle a Nínive, que de continuar en sus malos caminos, el inevitable juicio de Dios vendría sobre ellos.
Nínive era la capital de los enemigos del pueblo de Dios, en este lugar existían alrededor de 165,000 habitantes, y alrededor de 120,000 no conocían cual era su derecha o si izquierda. Nínive fue una ciudad muy antigua, fue fundada por Nimrod el gran cazador de Génesis 10.11. Un historiador Griego del siglo I que anotó los datos de la circunferencia de Nínive estableció que era de 90 km, lo cual está muy de acuerdo con Jonás 3, que indica que eran 3 días de camino, aproximadamente se recorren 30 km por día.
Debido a que Jonás rehúsa ir a predicar a Nínive, la palabra de Dios nos indica que él se levantó para huir de la presencia de Dios.
Jonás sabe que no puede permanecer cerca, ya que el llamado vendrá nuevamente, y entonces se embarca para Tarsis que es España
¿Cuánto hemos huido de la presencia de Dios? El salmo 139.7 y 8.
Jonás también es un tipo de su pueblo Israel, el cual tenía como misión ser de bendición a los pueblos vecinos. Según el talmud, los gentiles eran como le escupitajo que caía en el suelo, otros creían que los gentiles eran el combustible para los Judíos.
Con sus enseñanzas Jesús cambio estos conceptos, asimismo el apóstol Pablo lucho contra estos. Los judíos pensaban que la salvación era solo para ellos y que los gentiles y extranjeros debían perderse, pero la biblia y el evangelio aseguran totalmente otra cosa.
Jonás se dejo desviar del mandato de Dios y de su visión, al hacerle caso a la carne, el cual es uno de los enemigos del cristiano y del hijo de Dios.
Podemos observar como aunque Jonás huía, Dios no lo dejo ni abandonó, Jonás era un hombre redimido, Adam y Jonás fallan, sin embargo, Existe un hombre que guardó todos los mandamientos de su padre Abraham, un hombre que si cumple con la voluntad de Dios, su nombre es Cristo Jesús, nuestro Redentor.
Los hombres que se encuentran con Jonás al ver la tempestad que les ha sobrevenido, claman a sus dioses falsos, que diremos de nuestra nación, cada uno llama a su Dios, pero al igual que en aquel entonces los dioses falsos son incapaces de salvar, y los que tiene la verdad y pueden clamar al único Dios vivo y verdadero están dormidos y roncando.
Jonás pensaba que estaba seguro, había descendido al camarote y dormía muy plácidamente y roncaba, el capitán al verlo lo despertó de su letargo y le pidió que orara a su Dios.
Ocurrió que después de echar suertes descubrieron que todos los que estaban en la barca eran inocentes de lo que había sobrevenido con excepción de Jonás, él era el responsable por no obedecer y por huir de la presencia de su Dios. En medio de tantas crisis que ocurren hoy en día ¿No seremos responsables por estar dormidos y durmiendo?
Dios dirige entonces a la tripulación, y Jonás es bombardeado con preguntas, incluso muestra que no le preocupaba ni alteraba en absoluto lo ocurrido, a Israel no le alteraba los juicios que se estaban haciendo sobre los pueblos vecinos, eso lo hacía dormir con una conciencia tranquila, que hasta roncaba.
Hoy el mundo clama a sus dioses y ¿tú que haces? Efesios 5.9
Jonás ya despierto, no recibió mayor comunicación directa de Dios, es importante que pensemos en él. Una vez en el vientre de la ballena Jonás oro y su oración fue escuchada por Dios. Levántate y ve a Nínive y has el pregón que yo te diré, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y los hombres de Nínive oyeron a Dios, y llegó el negocio hasta oídos del rey de Nínive.
Debemos entender que nuestros enemigos no han de prevalecer siempre, y así como Jonás triunfó al obedecer a Dios, nosotros saldremos victoriosos en las pruebas. Porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
En Nínive hombres, mujeres, niños clamaron a Dios y se convirtieron cada uno de su mal camino. Animales, niños recién nacidos, hombres, mujeres, ancianos, todos ayunaron para ser oídos por Dios.
Hoy quiero aceptar el mensaje a Nínive para nuestra Iglesia, el día de hoy quisiera que todos como iglesia aceptáramos oír la vos de Dios y que cada uno nos convirtamos de nuestro mal camino, el pueblo escucho la voz de Dios y se arrepintieron de corazón. ¡Arrepiéntete!
Todavía hay hermanos en las iglesias que tapan sus oídos y no quieren oír el mensaje de Dios. ¡SE arrepintieron de su mal camino! Puede ser que Dios nos esté guardando una sentencia, confiesa tu pecado, clama de corazón a Dios en oración y ayuno, con una confesión verdadera.
SÁLVAME, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie: He venido á abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando á mi Dios. Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Hanse fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué: He venido pues á pagar lo que no he tomado. Dios, tú sabes mi locura; Y mis delitos no te son ocultos. No sean avergonzados por mi causa los que te esperan, oh Señor Jehová de los ejércitos; No sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel. Porque por amor de ti he sufrido afrenta; Confusión ha cubierto mi rostro. He sido extrañado de mis hermanos, Y extraño á los hijos de mi madre. Porque me consumió el celo de tu casa; Y los denuestos de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; Y esto me ha sido por afrenta. Puse además saco por mi vestido; Y vine á serles por proverbio. Hablaban contra mí los que se sentaban á la puerta, Y me zaherían en las canciones de los bebederos de sidra. Empero yo enderezaba mi oración á ti, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad:
Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, Por la verdad de tu salud, óyeme. Sácame del lodo, y no sea yo sumergido: Sea yo libertado de los que me aborrecen, y del profundo de las aguas. No me anegue el ímpetu de las aguas, Ni me suerba la hondura, Ni el pozo cierre sobre mí su boca. Óyeme, Jehová, porque apacible es tu misericordia; Mírame conforme á la multitud de tus miseraciones. Y no escondas tu rostro de tu siervo; Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate á mi alma, redímela:Líbrame á causa de mis enemigos. Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio: Delante de ti están todos mis enemigos. La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado: Y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo: Y consoladores, y ninguno hallé. Pusiéronme además hiel por comida, Y en mi sed me dieron á beber vinagre. Sea su mesa delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para ver, Y haz siempre titubear sus lomos. Derrama sobre ellos tu ira, Y el furor de tu enojo los alcance. Sea su palacio asolado: En sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste; Y cuentan del dolor de los que tú llagaste. Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos con los justos. Y yo afligido y dolorido, Tu salud, oh Dios, me defenderá. Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Ensalzarélo con alabanza. Y agradará á Jehová más que sacrificio de buey, Ó becerro que echa cuernos y uñas. Veránlo los humildes, y se gozarán; Buscad á Dios, y vivirá vuestro corazón. Porque Jehová oye á los menesterosos, Y no menosprecia á sus prisioneros. Alábenlo los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos. Porque Dios guardará á Sión, y reedificará las ciudades de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán. Y la simiente de sus siervos la heredará, Y los que aman su nombre habitarán en ella.