Discernimiento III

Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5.14. El regaño del escritor de la carta a los hebreos, es un regaño que alcanza a la iglesia de hoy. Es triste ver como en el cristianismo actual existen personas que han pasado toda una vida; es decir, 20, 30, 40 años o más, como cristianos, y sin embargo, su desarrollo espiritual es pobre.
Claramente este pasaje nos indica que si queremos aspirar a la vianda firme, al alimento sustancioso y delicioso, es necesario que nos ejercitemos en comprender, en entender lo que es bueno y agradable a Dios y lo que es malo y no nos beneficia. La costumbre aquí es sinónimo de disciplina, mantengamos una vida cristiana disciplinada, y veremos alcances importantes en el crecimiento de nuestra vida espiritual. Hay muchos hermanos que en sus papeletas de oración piden que se ore por su vida espiritual, la pregunta en este caso es ¿Qué hacen ello por su vida espiritual? El ejercicio del amor, la piedad, la oración, el ayuno, la lectura de la palabra, la asistencia al templo, la oración por los hermanos y por las necesidades de los demás, la ayuda al necesitado, así como compartir el evangelio, y dar testimonio de lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas, son los ejercicios que el cristiano debe realizar, además de alejarse de toda especie de mal. Si practicamos todas estas cosas aun a fuerza de la costumbre, estaremos preparados para recibir la vianda fuerte y saludable, además que no seremos llevados por los distintos vientos de doctrina que hay. Dios bendiga tu vida y te de ánimo para continuar o empezar con el ejercicio de tu vida espiritual.

Discernimiento II

Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí, porque Tobías y Sanballat le habían alquilado por salario. Nehemías 6.12. En este tiempo es de gran importancia comprender la palabra de Dios. Por ejemplo, las manifestaciones que se están dando hoy en día en varios de los grupos cristianos ¿Son o no son de Dios?

Ciertamente Dios no cambia, es el mismo ayer, hoy y por los siglos, por lo tanto creo que no podemos limitar a Dios a que no actúe el día de hoy como lo hiciera en el pasado. Nosotros creemos en el Dios que realiza lo IMPOSIBLE, aunque regularmente nuestra fe nos alcance sólo para lo posible. Sin embargo, también estamos convencidos que Satanás se disfraza de ángel de luz y no desconocemos sus maquinaciones.
Entonces, es fundamental saber la fuente, para ello es importante mantener una relación con Dios a través de la oración, la confesión y el arrepentimiento, la lectura de la Biblia, la asistencia al templo, la comunión entre hermanos, y la práctica continua de la piedad y del amor entre nuestros semejantes. Por eso Nehemías dice: ¿Un hombre como yo ha de huir?, Nehemías fue un siervo de Dios que practicó todo esto, por lo tanto tuvo la agudeza para comprender lo que venía de Dios y lo que procedía de otra fuente. Dios quiere que desarrollemos esa perspicacia, al permitir que su Santo Espíritu nos gobierne, pues nuestro Señor Jesús nos indicó que debemos ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas.

Discernimiento I

Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.1ª Corintios 2. 14.
Discernir es sinónimo de entender, comprender, descifrar, digerir, aclarar, distinguir, penetrar. Este pasaje nos indica que existen dos clases de hombres, el que se deja llevar por su alma (animal) y el que se deja guiar por su espíritu (espiritual). Aquel que accede a los medios de gracia y es llevado por el Espíritu Santo y se somete a las ordenanzas y principios bíblicos, es al que se refiere san Pablo como el hombre espiritual. El otro, el que solamente vive por sus deseos, cree en lo que ve y no desarrolla la fe que le es dada (substancia de las cosas que se esperan, demostración de las cosas que no se ven) es el hombre animal. Para éste último las cosas espirituales, como no las comprende le parecen locura, le es difícil creerlas, es importante que pidamos a Dios de su Espíritu para entender su palabra, pues es tarea nuestra escudriñarla y la presencia de Dios en nuestra vida nos la hará comprender.