Se dice que el apóstol Pablo fue casado, pues para poder ser miembro del Sanedrín, un requisito indispensable era que estuviesen casados, muy probablemente cuando se encontró con el Señor Jesús en el camino a Damasco, ya era viudo, al no encontrar en sus escritos referencia alguna sobre su familia, se piensa que sus hijos ya eran mayores o muy probablemente no tuvo, así de esta manera, su familia se concretaba a la familia de la iglesia.
En estas condiciones, puede parecer muy simple su frase: "Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia", Filipenses 1.21, pues al compararnos nosotros con él, nuestra condición puede ser muy distinta, tenemos padres, hermanos, esposas, esposos, hijos, etc. el morir puede significar dolor, pues dejaremos a nuestros seres queridos, dejaremos una estela de sufrimiento a nuestro alrededor, y por ello no queremos ni pensar en la muerte, creemos que para Pablo era más fácil, sin embargo, recordemos que se encontraba preso por causa del evangelio, y si bien es cierto no era un preso común, pues tenía oportunidad de recibir visitas, escribir y hasta predicar, podemos afirmar que gozaba de algunos privilegios, no obstante su libertad no era completa y la incertidumbre sobre su vida era mucha, al mirar desde esta óptica, sabremos que no fue tan simple para el apóstol Pablo decir: El morir es ganancia, podemos entonces observar el gran amor que mantenía por el Señor Jesús, y démonos cuenta, cómo su Salvador, en su escala de valores ocupó el primer lugar, por ello dice no saber que será mejor, si vivir para seguir trabajando en la obra de Cristo, o morir para gozarse con la presencia de su Salvador. Debemos aprender de San Pablo esta enseñanza, que lo más importante en nuestra vida sea Cristo, y que nuestra muerte, sea nuestra ganancia.
En estas condiciones, puede parecer muy simple su frase: "Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia", Filipenses 1.21, pues al compararnos nosotros con él, nuestra condición puede ser muy distinta, tenemos padres, hermanos, esposas, esposos, hijos, etc. el morir puede significar dolor, pues dejaremos a nuestros seres queridos, dejaremos una estela de sufrimiento a nuestro alrededor, y por ello no queremos ni pensar en la muerte, creemos que para Pablo era más fácil, sin embargo, recordemos que se encontraba preso por causa del evangelio, y si bien es cierto no era un preso común, pues tenía oportunidad de recibir visitas, escribir y hasta predicar, podemos afirmar que gozaba de algunos privilegios, no obstante su libertad no era completa y la incertidumbre sobre su vida era mucha, al mirar desde esta óptica, sabremos que no fue tan simple para el apóstol Pablo decir: El morir es ganancia, podemos entonces observar el gran amor que mantenía por el Señor Jesús, y démonos cuenta, cómo su Salvador, en su escala de valores ocupó el primer lugar, por ello dice no saber que será mejor, si vivir para seguir trabajando en la obra de Cristo, o morir para gozarse con la presencia de su Salvador. Debemos aprender de San Pablo esta enseñanza, que lo más importante en nuestra vida sea Cristo, y que nuestra muerte, sea nuestra ganancia.