domingo, 23 de abril de 2023

 

XI Convención Ordinaria de la USFF

 

Unidas, con Cristo siempre unidas

“Unidas, sirviendo a nuestro Dios” …

Fragmento del Himno de la Unión Sinódica de

Sociedades Femeniles del R. Sínodo General

 

Se dice que no hay plazo que no se cumpla y fecha que no llegue, los preparativos para una actividad que habría de recibirse fueron arduos y el trabajo intenso. Las hermanas de la Sociedad Femenil Febe desde el momento que se formalizó la recepción de la XI Convención de la USSF planearon a detalle los trabajos que habrían de ser necesarios para una actividad de tal envergadura, cada detalle fue planeado, el hospedaje, la alimentación, transportación, limpieza en los días previos, para que todo se llevara a cabo conforme a los planes de las hermanas de la sociedad que mostraron gran organización.

Las hermanas supieron contagiar a la mayoría de los hermanos porque a pesar de no ser una iglesia grande, manos y deseos de colaboración no faltaron. Un punto importante que resaltar fue el hecho de que casi la totalidad de los jóvenes se destacaron por su sincera colaboración, era necesario que hubiera hermanos con fuerzas suficientes para lo que habría de venir. Uno de los muchos ejemplos fue su puntualidad para acompañar a las hermanas a su hospedaje tanto por la mañana, como por la noche al final de las actividades. Y no hubo un solo día en que alguno de ellos hiciera su trabajo a disgusto o con una actitud negativa.




Muchas hermanas se llevaron una grata y grande impresión por la fuerza y deseos de colaboración de los jóvenes de nuestra iglesia. Las palabras de admiración y de gratitud por parte de ellas nos demuestra que el trabajo realizado fue muy significativo. Los niños de nuestra amada iglesia tienen a partir de hoy un grande ejemplo de trabajo para futuras actividades, sabemos que en la medida de sus fuerzas el trabajo de los más pequeños también se hizo presente. Damos gracias a Dios por su gracia para con nuestra iglesia porque sirviendo también nos edificamos espiritualmente.

Desde el martes el movimiento ya se notaba en nuestra iglesia, un par de hermanas convencionistas llegaron con un día de anticipación y era necesario atenderlas desde ese momento, los imprevistos no avisan y la necesidad de hospedaje desde ese día movió planes y trabajos que ya se tenían planeados para el día siguiente. El reto de un primer imprevisto obviamente no planeado fue superado con creces y las hermanas tuvieron todo lo que les era necesario para tener una estancia tranquila durante esa noche.



El miércoles iniciaron formalmente los trabajos de la convención, había que estar desde temprana hora para recibir a las hermanas que iban llegando desde los tres presbiterios que componen la Unión de Sociedades Femeniles, hermanas que venían desde el lejano Campeche en el sur del país hasta hermanas de Guanajuato se hicieron presentes atendiendo la convocatoria para la fiesta espiritual que significó esta actividad.

Las actividades iniciaron con el registro de las delegadas, las hermanas anfitrionas estaban en el templo desde el amanecer esperando que todo estuviera listo. Después del registro vino la comida y un tiempo para que las convencionistas llegaran justo a la cita de las siete de la noche para iniciar el Culto de Apertura de la XI Convención Ordinaria de la Unión Sinódica de Sociedades Femeniles y que recibió la Sociedad Femenil Febe de nuestra amada iglesia. El mensaje estuvo a cargo del Pbro. Hipólito Maceda Cortés, Consejero de la Unión.


Y en este mensaje nos llama a todos, convencionistas y hermanos invitados al solemne culto de apretura, a ser la sal de la tierra en un mundo descompuesto, la principal función es ser como un antídoto para evitar la putrefacción, la sal por lo tanto es algo que impide la destrucción y hablando del mundo, en el deterioro que existe y nos llama a trabajar, por tanto, en hacer todo lo posible para frenar esa destrucción y descomposición de un entorno en el que no hay temor de Dios. Mensaje lleno de reflexión que nos llama a ser diferentes.

Noche llena de armonía, alegría por verse de nuevo en una convención y ánimos de trabajar fueron los deseos de ese día en un hermoso culto de apertura. La cena estuvo llena de gratos momentos y de mucha conversación entre las hermanas, después de haber estado en espera debido a la contingencia sanitaria que se vivió por la pandemia provocada por la enfermedad de Covid 19. En todas las convencionistas se notaba un gran deseo de comenzar ya a trabajar.

En la iglesia también se notaba un gran ánimo de servir y hacer sentir bien a todas las hermanas, en esa primera cena tuvimos oportunidad de disfrutar unos ricos tamales, acompañados de un delicioso atole de arroz con los que se agasajó a convencionistas e invitados que acudieron al culto…continuará

Soli Deo Gloria

Rc


  XI Convención Ordinaria de la USFF II El campo listo nos espera Hoy la bandera levantad Uniendo a Cristo nuestro esfuerzo hoy De J...