martes, 23 de junio de 2009

Pecado II

En el pasaje que nos ocupa observamos como Aarón no tuvo la suficiente paciencia para esperar a su hermano que se hallaba con el Señor. El pueblo, por otro lado, estaba inclinado al mal, ambas características al conjugarse dieron origen al pecado del pueblo. Por lo tanto debemos tener cuidado con nuestra falta de paciencia y con los deseos de nuestro corazón.Aarón les pidió que apartaran sus zarcillos de oro que se encontraban en las orejas de sus mujeres, premeditadamente actúo Aarón, ya tenía pensado pecar, el pecado entra en la mente y se posesiona del hombre, si no hay sabiduría en el hombre (Temor del Señor) para detenerlo, el pecado crece, el pecado avanza y el pecado domina al hombre. Aarón conocía toda la idolatría de la tierra que habían dejado atrás, el pueblo había estado en contacto con la idolatría del pueblo Egipcio, por lo tanto el pueblo no objetó, sino pusieron manos a la obra e hicieron un becerro de oro de fundición, en resaltar que el pueblo nunca preguntó a Aarón que es lo que pensaba hacer, simplemente participó con una mente enceguecida por la desesperación y el pecado.-Estos son tus dioses- Pretendieron sustituir al todo poderoso, a Jehová, eso lo podemos pensar y entender de otras culturas paganas, pero oírlo del pueblo escogido, del pueblo que había visto la salvación de una forma milagrosa y poderosa. Aarón dijo mañana será fiesta a Jehová, como si Jehová se gozara de semejante acción. Aún en nuestros días, hay quién celebra fiesta al Señor y trastornan el culto a Dios en una gran fiesta con estruendo y algazara (jolgorio, estrepito, gritería) de cantar, son residuos del deseo del mundo y de lo que ocurrió en aquel día a las faldas de aquel monte.El versículo 11 nos proporciona la esperanza ¡Vuélvete!, el arrepentimiento siempre es la esperanza, Moisés intercedió por el pueblo, a la misma forma que tiempo después Jesús intercedería por el pueblo y daría la esperanza a toda la humanidad, y Jehová se volvió, así como Dios se ha vuelto para buscarle hoy. En versículo 21 vemos lo que dijo Aarón, ciertamente no fue cualquier cosa, si bien es cierto no es posible medir el pecado, Aarón reconoció que fue un gran pecado, no fueron muchas cosas sino solo una, adorar un becerro de oro.A través de la creación Dios se ha revelado al hombre, la luz de la naturaleza le revela al hombre la esencia del creador, sin embargo no ha sido suficiente, por eso es necesario que Dios le hable al hombre a través de su libro inspirado, la BibliaHe aquí el alma que pecar esa morirá, el arrepentimiento al que podemos llegar nos librará del pecado. Al Moisés orar a la faz de Dios, Dios lo escucho, sin embargo fue necesario que hubiera muerte y que hubiera sangre para purificar al pueblo, 3000 hombre murieron.Usted puede en estos momentos estar adorando algo que no sea Dios, inclinándose ante algo que no sea Dios, pero cuando el hombre peca, hay algo mucho más grande y poderosos que aniquila, y acaba con el pecado, y ese es Dios. ¿Cuál es el remedio? Arrepentimiento. Vives en el mundo, no has llenado tu vida de la verdadera paz del Señor, el pecado es tuyo y de nadie más, el Señor te está mostrando tu pecado y quiere perdonarte ¿Por qué? Porque hay un gran amor de Dios que quiere alcanzarte. Si guardas todas mis ordenanzas eres justo y vivirás. El quiere perdonar ¿Quiero yo la muerte del impío? ¿No vivirá si se apartare de sus caminos? Claro que si, si haces cuentas con Él hoy. La paga del pecado es muerte. Dios te quiere perdonar ya que te quiere llevar al cielo. Por tanto, yo os juzgaré á cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Señor Jehová. Convertíos, y volveos de todas vuestras iniquidades; y no os será la iniquidad causa de ruina. Ezequiel. 18.30 ¿Qué quiere Dios? Que se conviertan y vivan ¿Quieres dejar tu becerro de oro? Toma una decisión.

No hay comentarios:

  XI Convención Ordinaria de la USFF II El campo listo nos espera Hoy la bandera levantad Uniendo a Cristo nuestro esfuerzo hoy De J...