martes, 23 de junio de 2009

Josaphat

No existe persona alguna que durante su vida no haya pasado por momentos angustiosos. Puede ser que la angustia por la que se halla pasado haya sido prolongada ¿Qué heces cuando sobreviene la dificultad? Eres cristiano, eres sincero, amas a Dios; sin embargo, sobrevienen situaciones difíciles y ¿Qué haces?
Al rey Josphat le ocurrió esto en cierto modo PASADAS estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Ammón, y con ellos otros de los Ammonitas, vinieron contra Josaphat á la guerra. 2º de las crónicas 20.1, Los Amonitas y los de Moab eran enemigos del pueblo de Judá, después de la ruptura del reino de Israel. Le dieron aviso a Jospahat que venían multitudes. Josaphat tuvo miedo y lo que estaba a punto de ocurrir no era como para estar con los brazos cruzados, temor hubo en su corazón, ¿Cuántas veces has sentido temor? El temor no es sinónimo de completa desconfianza de parte de Dios, el susto es un acto momentáneo, el miedo es pavor ate la amenaza que se cierne cobre uno. El versículo 3 de este pasaje nos dice que Josaphat puso su rostro para consultar a Jehová.
¿Qué es poner el rostro? El rey Ezequías volvió su rostro a la pared y así clamó a su Dios. Podemos decir que nuestros enemigos, nuestras dificultades, nuestros problemas son muy grandes, lo peor ocurre cuando lo vemos, sin embargo, esta historia nos invita a que pongamos nuestro rostro y clamemos a Jehová, consultémoslo.
¿Cómo consultó Josphat a Jehová? Hizo lo que Esdras, Jeremías, Amos, pregonar ayuno a todo Judá ya que la situación no era para él sólo, era para todo el pueblo. Esto es un reflejo de lo que ocurre en nuestros días el mal esté por doquier, el pecado no es solo de los gobiernos y de los que se encuentran en eminencia, el mal es para todo el pueblo, la humanidad está agobiada.
Es menester que pongamos atención en lo que el señor hace a favor de su pueblo, lo cual sirve para nuestra edificación, cuando venimos con la esperanza de hallar el aliciente, los recursos económicos, no dan la paz que necesitamos, el dinero no compra felicidad y salvación, por eso dijo Isaías: A todos los sedientos: Venid á las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche. Isaías 55.1. Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo en que podamos ser salvos Hechos 4.12. Yo soy la resurrección y la vida, la salvación no se compra más que con fe.
Jpsaphat proclamó ayuno para pedir a Jehová, se puso de pie en la convocación delante de la casa de Jehová y entonces Josphat vino a clamar a Dios. ¡Hubo contestación! Nosotros estamos viviendo tiempos de clamara a Dios como Iglesia, como congregación, como familia.
Porqué los hijos prefieren el mundo y las cosas de Dios, porque los hijos hacen muchas cosas indebidas, por lo tanto, tenemos que clamar a Dios, por un templo santo, por una casa restaurada, Dios en sus soberanía no es como los hombres que se hunden en su desesperación, Dios es un Dios de espera y de paciencia, no está en Dios el que tarde, sino muchas veces la tardanza ocurre debida al hombre. El clamor se encuentra en el espíritu e indudablemente ese es e el clamor que Dios escucha en el pasaje podemos observar como el clamor comenzó con alabanza. Muchas veces nuestras oraciones no llevan esa intención de pregunta ¿Señor estas aquí?
¿Cuántas veces interrogamos al Señor clamando? ¿Hay algo malo en mí? ¿Qué está deteniendo está oración? ¿Qué es lo que no se ha oído? Dice la palabra a través del profeta Jeremías ¡Clama a mí! y yo te responderé ¿Queremos que no nos falte nada? ¿Que no haya tribulaciones? ¡Clama a mí! Dice el Señor. Las permisiones en estos casos son preparadas para que clamemos a Dios, por eso Dios permite que esas fuerzas enemigas se presenten y estén a punto de acabarnos, para que ¡Clamemos a Dios! ¿Clamaremos cuando nada nos falta? ¿Cuándo todo está bien? En la historia de la iglesia presbiteriana en nuestro país, existieron, problemas, conflictos, prosecuciones. Dios lo permitió todo para que creyéramos en Él, ya que Dios nos dice a través de su palabra, que todo el cree en Él, no morirá, por lo tanto debemos creer en Él. Cuando tu oras Dios escucha, y el Señor actúa cuando tu fe es muy grande en Él, ¿Por qué no cultivamos esta clase de fe?, esta fe no se alimenta con otra cosa humana, sino con confianza y alejando todo impedimento a nuestras oraciones ¡Tú me salvaras!. Dios está con nosotros, Jesucristo Reina en nuestros corazones y la instrucción práctica de este día es el versículo 20 ¡Creed a sus profetas!

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